Historia

El señor de la ventisca

Hacia mucho frió aquel aquel día en las montañas del Everest, al principio pensaba que iba a ser como cualquier otro día de escalada. Pero me equivocaba, a mitad del trayecto las temperaturas empezaron a bajar estrepitosamente, tanto que mis compañeros se estaban empezando a congelar rápidamente.

Ese era un momento de vida o muerte y estaba claro que si no encontrábamos un lugar en el cual descansar moriríamos de frió. Desesperados por encontrar una cueva en la cual esperar a que amainara la tormenta uno de mis compañeros dijo que vio a una persona a lo lejos. Pensábamos que estaba empezando a delirar, pero no había mas remedio que hacerle caso. Fuimos por la parte con mas vegetación y allí estaba,  habia una cueva lo cual significaba que había alguien mas ya que le habíamos seguido hasta allí. Entramos a la cueva, la cual era inmensa y empezamos a caminar por sus galerías, con sumo cuidado ya que parecía que habitaban un grupo de osos allí dentro por la cantidad de huesos que había. Algunos incluso de humanos, pero como vimos a alguien entrar decidimos ir en su busca o mínimo encontrar el lugar en el cual acampaba. Encontramos al final una caverna enorme la cual parecía ser su campamento porque poseía una fogata, así que descansamos allí.

A las horas me despertó un gruñido, seguido por los gritos de dolor de mis compañeros, lo cual hizo que saliera rápidamente de mi saco de dormir. Al levantar la mirada vi lo que parecía ser el big foot, era grande, musculoso, con forma humanoide, pelos y unas garras y dientes enormes. El monstruo había cogido a uno de mis compañeros y lo estaba destripando frente a mis ojos, utilice la oportunidad para coger mi lanza bengalas y dispararle a la cara, cuando lo soltó ya estaba muerto, así que empece a huir de allí lo mas rápido que pude.

El resto de mis compañeros fallecieron aquel día, pero yo por alguna razón sobreviví, aunque nunca pude encontrar la salida, a día de hoy ya no se cuanto tiempo ha pasado desde ese día, pero me estado teniendo que alimentar de los restos que deja la bestia y con cada día que pasa mis dientes, uñas y pelo crecen mas, haciendo que cada vez me vaya pareciendo mas a el.